Calzado seguridad mujer

El calzado de seguridad mujer y hombre está clasificado en dos tipologías según el material con el que ha sido fabricado:

Clasificación I: según esta clasificación este calzado está fabricado con cuero y con otros materiales.

Clasificación II: este calzado está fabricado íntegramente con caucho o topo polimérico.

Estos calzados se agrupan en códigos de designación que están indicados con una S y les sigue una letra.

Cuando la designación correspondiente va acompañada de 2E indica que cumple con los requisitos de la categoría S1 y, además ofrecen resistencia a la penetración, a la absorción del agua en la parte superior del calzado y absorbe la energía en la zona del tacón (E)

El calzado de seguridad, además de ser cómodo, ha de cumplir unos requisitos de seguridad y de protección marcados por la norma UNE EN ISO 20345.

El nivel de protección de este calzado se divide en tres categorías en función del nivel de protección que proporciona al usuario: calzado de protección, calzado de trabajo y calzado de seguridad.

Además, también existen una serie de siglas que indican el alto del calzado y estas están detalladas en las letras A a E:

A: corresponde a la altura de un zapato menor de 12,1 cm.

B: para una bota baja altura mayor o igual a 12,1 cm.

C: para una bota de media caña de altura igual o superior a 19,2 cm

D: para bota alta de altura igual o superior a 30 cm.

E: para una bota extra larga con una altura igual o superior a 30 cm.

La normativa UNE EN ISO 20345 establece una serie de clasificaciones del calzado de seguridad de mujer y de hombre de acuerdo a una serie de características del mismo.

Así, un calzado de seguridad SB es un calzado que incluye puntera de seguridad y que es capaz de proteger los dedos de los pies de posibles impactos por caída de objetos o de golpes. El nivel de protección del calzado SB es de 200 J y 15 kN para objetos pesados.

Si a esta categoría incluimos la sigla P, por lo que sería SBP, indica que, además, este calzado de seguridad es resistente a la perforación por caída de objetos punzantes o ante la posibilidad de poder pisar algún objeto con capacidad de perforación.

Un calzado de seguridad ha de ser eficaz y debe cumplir con su función adaptándose perfectamente a su usuario.

No debe quedar muy holgado ni tampoco demasiado justo para que ni los pies ni la espalda sufran las consecuencias.

Para elegir bien el número que nos corresponde es importante hacer unas mediciones que te detallamos:

Mide tu pie: la mejor posición para medir es estar sentado y, si puedes, es mejor que te ayude alguien con la tarea de medir.

Mide tus dedos: no todos los dedos tienen la misma longitud, por lo tanto, para tener una medida real es mejor que midas el dedo más largo de tu pie.

Toma las medidas de noche: es cuando los pies van a tener una forma y una longitud diferente tras haber transcurrido todo el día.

Lo normal es que siempre usemos la misma talla de calzado, pero en el caso del calzado de seguridad, es importante que tengamos muy en cuenta una serie de datos que pueden variar la talla.

Con este tipo de calzado se suele usar un calcetín un poco más grueso que con otros, por lo tanto, a la hora de medir tus pies, te aconsejamos que lleves puestos los calcetines.

También es muy importante que realices la medición de tus pies por la noche que es cuando el pie está un poco más hinchado después de todo el día.

Mide la largura de tu pie teniendo en cuenta el dedo más largo para que las medidas sean más exactas.

Para estar segura que tu pie mide 25 cm es importante que realices la medición, a ser posible, por la noche, puesto que es cuando el pie ha soportado las actividades de todo el día y ha ensanchado más, de esta forma te asegurarás que el zapato que elijas no te esté perfecto por la mañana y prieto con el transcurso de las horas.

Si una vez que has realizado las medidas concretas desde el talón hasta el dedo más largo del pie las medidas resultantes son 25 cm, tu talla, en España, corresponderá con un 39.

La norma UNE EN ISO 20345 establece una serie de características en los zapatos de seguridad tanto de mujer como de hombre.

Según esto, cada categoría de calzado de seguridad debe incorporar una serie de elementos que impidan que el usuario pueda sufrir alguna lesión en el desarrollo de su actividad laboral.

Además, de las características generales, los zapatos de seguridad pueden incorporar una serie de requisitos adicionales, y ahí es donde entra, entre otras, la letra M.

Cuando un calzado de seguridad incluye en su descripción la letra M significa que este zapato incluye una protección adicional que proporciona una protección del metatarso.

Los zapatos de bioseguridad también son conocidos como zapatos desechables y se trata de unas pequeñas fundas para los zapatos que pueden estar fabricadas en polietileno o en polipropileno o material o tejido.

Pueden tener suela reforzada o no tenerla y lo que no tienen es ni cordones ni diseños elaborados.

La función de estos zapatos de bioseguridad es la de proteger y aislar los zapatos de entornos que pudieran estar contaminados, así como proteger los espacios de contaminación que pudieran llevar los zapatos.

En las áreas médicas o especialmente sensibles, los niveles de limpieza son muy importantes y las medidas para mantener estos niveles han de ser muy estrictas.

Es importante diferenciar los zapatos aislantes de los zapatos dieléctricos. Estos últimos tienen una conductividad eléctrica muy baja, por lo tanto, son aislantes, pero también tienen la propiedad de disminuir la intensidad de los campos eléctricos formando dipolos eléctricos.

Estos zapatos dieléctricos están diseñados para que el cuerpo esté aislado para evitar que la corriente eléctrica circule por el cuerpo.

Para asegurarnos que cumple con los requisitos hay que mirar que tengan la certificación de alguna de estas normas internacionales:

ASTM estándar F2412-11 y F2413-11 (American Society of Testing Material), ANSI -Z41 (American National Standards Institute), NTC5529 (Norma Técnica Colombiana), o ISO 20345 S4, entre otras.

Las punteras de composite están fabricadas de mezclas de fibra de carbono, Kevlar y plástico.

Se trata de una puntera ligera que hace mucho más llevadero el calzado de seguridad, si bien también es cierto que es menos duradera que la de acero.

Otra diferencia que tienen con las punteras de acero es que estas son más ruidosas a la hora de caminar en suelos de hormigón y las de composite son menos ruidosas por lo que son perfectas para utilizar en ambientes ruidosos como pueden ser laS fábricas o los almacenes.