Calzado de seguridad U Power

Un buen calzado de seguridad, además de proteger el pie de riesgos físicos, también debe aportar comodidad al trabajador, para prevenir accidentes laborales y para prevenir también enfermedades en los pies.

Cuando vamos a elegir un buen calzado laboral es muy importante identificar las exigencias físicas y las condiciones en las que se va a desarrollar el trabajo.

Ha de tenerse en cuenta puntos como las horas de trabajo que vamos a estar en pie, el tipo de maquinaria que se ha de utilizar, la temperatura y la posibilidad que tenemos de entrar en contacto con sustancias peligrosas o corrosivas.
 

Lo más conveniente es elegir calzado que tenga como material el Polieuretano Temoplástico (TPU) o el caucho natural. Estos dos materiales son muy resistentes al deslizamiento.

Para elegir unas botas de seguridad que sea cómodas es importante tener en cuenta una serie de puntos:

• Elige una talla un poco más grande de la que usas. Las botas de trabajo deben ser, aproximadamente, media talla más grande de la que usas habitualmente.
• Ponte unas plantillas puesto que todas las botas dejan un espacio para introducirlas y hacer que sean más cómodas.
• Mantén el pie seco puesto que los pies mojados mientras trabajamos puede ser peligroso.

El calzado de seguridad debe cumplir con la normativa europea y seguir los estándares que esta marca. Según estos estándares debe contar con una punta de seguridad que se llama casquillo. Esta puntera de seguridad ha de superar un impacto con una fuerza de 200J que equivale a un peso de 20 kg cayendo desde una altura de 1,5 m.

En cuanto al calzado antiestático, este tiene la función de disipar las cargas electrostáticas y debe ser resistente de 100 a01.000 kiloohmios.

El calzado de seguridad, por su parte, ha de ser un zapato ligero y fácil de llevar.

Las puntas de acero son las más conocidas y las más utilizadas puesto que el acero es un material muy resistente y que ofrece una gran protección frente a posibles perforaciones, golpes o cortes y son muy económicas.

Por otro lado, las puntas de composite están formadas por fibras de vidrio, de plástico o de carbono. Son resinas compuestas que han sido mezcladas de forma heterogénea para formar un compuesto con una propiedades mecánicas muy superiores a las de los materiales que la conforman.

Las diferencias entre estas dos punteras es que las de acero son más pesadas mientras que las de composite son más ligeras, pero, por otro lado, las de acero son más resistentes que las de composite.

Cada una tiene unas características que resultarán más o menos beneficiosas dependiendo del tipo de trabajo que se realice.

Dentro de la modalidad de zapatos con casquillo encontramos los de policarbonato. Este tipo de calzado no se deforma al recibir impactos, regresando el calzado a su forma original tras recibir el impacto.

Se trata de un calzado que mantiene al pie con una buena temperatura ya sea en temporadas de frío o de calor, permitiendo que el pie se mantenga fresco durante todo el tiempo en que se calza.

El calzado fabricado con policarbonato es ligero y dieléctrico y esto permite que pueda ser utilizado en zonas donde puede haber riesgo de electrocución.

Antes de elegir un calzado de seguridad es muy importante conocer los factores que se van a dar en el puesto de trabajo que se va a desempeñar:

Debemos identificar los riesgos laborales a los que nos enfrentamos para saber de qué debemos protegernos.

La comodidad es un factor primordial puesto que va a permitir que nuestro pie y nuestra espalda acaben en buenas condiciones al final del día.

El tipo de suela que necesitamos va a ser diferente en cada uno de los trabajos puesto que en superficies con agua necesitaremos una distinta que en superficies secas.

El material también tendrá un peso importante para la protección exterior e interior del pie.

La normativa de cada país marcará cuáles son las características que el calzado ha de cumplir para cada actividad y se conocerá por las siglas: SB, SBP, S1, S1P, S2, S3, S4 y S5.

En lo que a calzado de seguridad se refiere, el policarbonato es un material perfecto para proteger al pie de posibles lesiones derivadas del desarrollo del trabajo como para garantizar que el pie se mantenga con una buena temperatura interior y no esté sometido a elevadas temperaturas en periodos de calor o a bajas temperaturas en periodos de frío.

Además, tiene la característica de ser un material que no se deforma definitivamente cuando recibe un impacto, volviendo a su situación inicial una vez que deja de recibir la presión del golpe y absorbiendo el mismo.

El policarbonato es un material muy resistente tanto al frío como al calor. En cuanto al policarbonato aplicado al calzado de seguridad debemos decir que, aunque tenga una alta resistencia, dependerá de las condiciones de mantenimiento del calzado y del desgaste de la suela que un zapato dure más o menos tiempo en condiciones óptimas para el desempeño de un trabajo.

No debemos olvidar que el calzado de seguridad está diseñado para eso, para proteger al pie de posibles daños derivados del desarrollo de una actividad, por lo que si el zapato ha sufrido cortes, desgaste o cualquier agresión que haga que no pueda cumplir con su cometido, será obligatorio cambiarlo por otro nuevo.

Para que un calzado pueda considerarse de seguridad deberá cumplir con una serie de requisitos que marca la legislación europea y española.

Estos requisitos son:

• Debe adaptase a las exigencias físicas y laborales del trabajo que se va a realizar.
• Ha de ser cómodo y flexible ya que es un factor clave para evitar accidentes laborales y para desarrollar un efectivo y eficiente desempeño del trabajo.
• La suela ha de ser antideslizante para evitar caídas y golpes.
• Ha de ser resistente al agua puesto que en determinados trabajos es posible que el calzado esté en contacto con el agua.
• La puntera ha de ser metálica, sobre todo para trabajos en los que se trabaja con objetos pesados o en los que pueda haber riesgos de cortes, aplastamientos o pinchazos.

Los zapatos de seguridad han de contar con puntera de aluminio, acero o composite para garantizar que los dedos quedan protegidos frente a golpes.

Estas punteras, dependiendo de la categoría a la que pertenezca el zapato, soportará un peso máximo. El peso mínimo que han de soportar son 200J frente a impactos y una compresión con una carga de 15 Kilonewtons, que es lo que soporta el calzado de seguridad catalogado como SB o de seguridad básica.

Según vayan subiendo las exigencias de protección de cada categoría, también irá subiendo el peso que soporta cada puntera.