Gafas de seguridad
Gafas de protección laboral
Gafas de seguridad de alta calidad y protección
Las gafas de seguridad son uno de los equipos de protección personal (EPI) de mayor uso. Estas gafas de seguridad protegen los ojos, tanto de frente como por los lados, de una gran variedad de peligros y de riesgos como pueden ser partículas sólidas y objetos voladores o salpicaduras químicas. Las gafas de seguridad, al contrario que los lentes de seguridad, ofrecen una protección integral.
Los EPI están regulados por normativas europeas. Estas normativas, en el cado de la protección ocular y facial, hacen especial hincapié en la protección frente a impactos de distintas intensidades, radiaciones, metales fundidos y sólidos calientes, gases, polvo, gotas y salpicaduras, arco eléctrico de cortocircuito, incluso, la combinación de estos riesgos.
Esta normativa europea indica que las gafas de seguridad de uso laboral han de estar certificadas en su conjunto, es decir, tanto montura como lentes. No será válida la certificación de cada una de las partes por separado.
Los factores de riesgo que deben proteger las gafas de seguridad son:
Riesgos mecánicos: como pueden ser salpicaduras de líquidos a presión, salpicaduras de metal fundido, polvo de partículas, proyección de partículas, arco eléctrico de cortocircuito…
Riesgos químicos: como pueden ser aerosoles líquidos, humos, vapores, polvo fino, agentes biológicos, etc..
Riesgos por radiación: como pueden ser radiaciones ultravioletas, infrarrojos por calor radiante, láser, radiaciones solares, etc..
Las gafas de seguridad son equipos de protección individual y sirven para proteger tanto los ojos como la parte circundante en situaciones que pueden poner en riesgo a los trabajadores.
Cuando los trabajadores puedan correr el riesgo de que durante el desarrollo de su actividad profesional se puedan proyectar objetos o líquidos que puedan dañar su vista, será obligatorio el uso de estas gafas de seguridad.
Pueden ofrecer una buena protección contra partículas volátiles.
Las gafas de montura integral deberán estar marcadas con el grado oportuno de la normativa EN166 para que aporten la protección adecuada.
Las gafas de protección pueden ser clasificadas de diferentes maneras:
Por frecuencia de uso: se puede usar de forma continua, intermitente y ocasional.
Por grados de protección: tipo de radiación, ultravioleta, infrarrojo, radiación solar.
Por tipo de montadura: de montura universal, de montura integral y pantallas faciales.
Existen gafas con diferentes tipos de filtro de la óptica según la radiación que protejan: de protección solar, de protección a los infrarrojos, de protección UV y de protección frente a la radiación láser.
Todas ellas están fabricadas para garantizar la protección de los ojos de los trabajadores.
Estas gafas de seguridad den tener lentes resistentes a rayones, un amplio ángulo de visión, la calidad de los materiales y del acabado ha de ser muy buena.
Las lentes han de ser de alta transparencia y que no distorsionen la imagen.
Estas gafas deben quedar bien ajustadas contra la cara y no se deben deslizar por la nariz.
Han de limpiarse con regularidad y, si se observa que las gafas han podido dañarse en alguna de sus piezas, o las lentes van rayadas o han recibido un impacto, lo mejor será cambiarlas por otras gafas nuevas que garanticen la protección para la que han sido fabricadas.
Las gafas de seguridad se deberán usar en aquellos trabajos en los que exista un riesgo de que se puedan proyectar objetos o líquidos que puedan provocar daños a la vista.
Este daño se puede producir en distintos entornos de trabajo y su origen puede ser de diferentes agentes de riesgo.
Es necesario e importante evaluar de forma correcta las situaciones e las que se puede ver materializado este riesgo y qué tipos de gafas de protección será necesario utilizar para evitarlos.
Se utilizan en trabajos muy diversos y el empresario está obligado a proporcionárselas a sus trabajadores y a reponerlas en el momento en el que sea necesario.
El uso de gafas de seguridad de forma correcta va a proporcionar al trabajador una protección especial y va a cuidar de su salud ocular. Estas gafas evitan que ocurran accidentes que, en ocasiones, pueden causar daños irreparables a los empleados dejándoles con una visión limitada o, incluso, dejarles sin visión en el peor de lso casos.
Existen muchos tipos de gafas de seguridad en muchos materiales y de colores distintos, aunque lo más importante es que cualquier modelo cumpla con las especificaciones de la ley.
Para evitar bajas indeseadas e indemnizaciones por no cumplir con la responsabilidad de proteger a los trabajadores, la mejor opción es facilitarles los EPIS correspondientes.
Las gafas de seguridad, como el resto de los artículos que forman parte de los EPIS de los trabajadores, han de cumplir con unos requisitos mínimos que marca la normativa UNE-EN 166:2002.
En esta normativa se especifica que las gafas de seguridad industrial tienen que estar siempre en condiciones perfectas, además, las condiciones de higiene han de guardarse escrupulosamente para que la visibilidad del usuario no se vea comprometida. También es muy importante que si las gafas pudieran estar dañadas o rayadas se cambien de forma inmediata por otras que cuenten con las condiciones óptimas para garantizar que el trabajador cuenta en todo momento con las medidas de protección necesarias.
Las gafas de protección también conocidas como antiparras son una especie de anteojos que ofrecen una gran protección del área a ocular. Algo que las diferencia de las lentes comunes es que protegen los laterales de forma integral además de proteger el frente.
Las cajas de seguridad, por su parte, ofrecen una buena protección contra partículas volátiles, no así frente a productos químicos, polvo o gas.
Estas gafas de seguridad deberán ir marcadas con el grado que les corresponda según la norma EN 166 y estaba determinará la protección que ofrece.
Las normas nacionales e internacionales no establecen cuánto tiempo se pueden llevar las mismas gafas o cada cuánto han de ser reemplazadas.
Dealers alguna de las situaciones en las que es necesaria cambiar las casas de seguridad:
Cuando se cambia de puestos de trabajo.
Cuando cambian los peligros de los que protegían
Si es necesaria protección UV
Si el índice de protección de las gafas protectoras está por debajo del necesario.
Si se precisa de lentes recetados.
Cuando no se puede ver con claridad
Si las gafas de seguridad son viejas
Cuando las gafas de seguridad han sufrido algún daño
La mejor forma que proteger los ojos en el desarrollo del trabajo es portando gafas de seguridad.
Existen diferentes gafas de seguridad y modelos especiales para cada riesgo según tipo el trabajo.
Otra forma de cuidar los ojos es realizar pausas activas, lo que significa que debemos a apartar la mirada durante 20 segundos al menos cada veinte minutos.
Cuando parpadeamos con frecuencia también evitamos la irritación de los ojos. Sí trabajamos en entornos con dispositivos electrónicos, debemos mantener una distancia de al menos 40 cm.
Cuando trabajamos en entornos en donde se utilicen productos químicos y limpiadores es aconsejable utilizar gafas de seguridad.
Las cajas de categoría ideas son más oscuras y no dejan pasar nada más que entre un 8 y un 18 por ciento de la luz. Esta opacidad es suficiente para la mayoría de los trabajos donde la luz excepto en las situaciones más extremas.
Estas gafas no son aptas para la conducción nocturna.
En cuanto al color de las gafas de seguridad en general, no debemos dejarnos engañar por el color de las lentes ya que algunas lentes blancas pueden filtrar hasta el cien por cien de la radiación un UV.
Las lentes de color muy oscuras los filtran correctamente la luz UVA pero sí la luz visible.