Calzado de seguridad
Calzado de Protección de las mejores marcas
Calzado de seguridad cómodo, seguro y confortable
En Primoprotección ofrecemos una amplia variedad de calzado de seguridad, desde botas de seguridad hasta zapatos de seguridad, para satisfacer los requerimientos de nuestros clientes. Nuestra gama de calzado de seguridad está diseñada para ofrecer un nivel óptimo de protección y confort para los usuarios.
El calzado de seguridad tiene la función de proteger el pie. Para ello lo cubre por competo y cuenta con un tope o con una puntera de seguridad que protege contra los impactos los dedos de los pies.
Además de brindar seguridad, el calzado de seguridad ha de ser cómodo y flexible para proporcionar un buen movimiento y para evitar posibles enfermedades derivadas de un calzado inadecuado como puede ser dolor lumbar, dolor de pies, dolor de piernas, etc.
Deben cumplir con una serie de normas específicas y en él se debe especificar contra el tipo de riesgos de que protegen.
El mantenimiento del calzado de seguridad es importante para que conserve durante más tiempo las características de protección para las que ha sido fabricado.
Es importante conocer la tipología del calzado de seguridad y las prestaciones que cada uno de ellos nos proporciona para poder hacer una elección correcta y adecuada al trabajo que desempeñamos.
Los zapatos de seguridad podemos clasificarlos por:
Según el material con el que están fabricados. Este, a su vez, se clasifica en dos tipologías: clasificación I y clasificación II.
Según sus propiedades. Los requisitos de este calzado se agrupan en códigos de designación que son indicados con una S y van seguidos de una letra o un número.
Por la resistencia al deslizamiento. Se trata de una característica muy importante e indicará la resistencia al deslizamiento en diferentes materiales.
Calzado libre de metal. Los avances tecnológicos han permitido nuevos diseños libres de metal y mucho más confortables, por supuesto, brindando la misma seguridad o incluso más.
El uso de este calzado de seguridad está en auge y no es por casualidad.
Este calzado de seguridad S3 incorpora una película hidrorepelente en sus tejidos que permite aislar el pie de la humedad, aunque esto no debe confundirse con que sea impermeable.
La suela de este tipo de calzado lleva incorporados resaltes que proporcionan un mejor agarre en terrenos irregulares, lo que evita lesiones por resbalones.
Está indicado para trabajos realizados en zonas húmedas o donde pueda haber salpicaduras de agua. También están recomendados para su uso en la construcción, en el campo, etc.
El uso de calzado de seguridad es obligatorio cuando exista el riesgo de recibir golpes, cortes o perforaciones, también cuando se trabaje con materiales químicos o cuando exista la posibilidad de tener que coger productos pesados.
El uso del calzado de seguridad y el tipo que ha de utilizarse va a depender del sector profesional donde se desarrolla la actividad.
Cualquier zapato de seguridad deberá cumplir con la normativa de seguridad laboral correspondiente. Es importante asegurare que el calzado laboral que elegimos para el desarrollo de nuestra actividad cuenta con las características y con las exigencias que la normativa marca para ello.
Si queremos saber los riesgos de los que nos protege un calzado de seguridad es necesario conocer la norma por la que se guía, es decir, la Norma EN 20345.
Lo mencionado supone que el calzado deberá proteger contra los impactos y la compresión con una puntera de seguridad adecuada y con una suela resistente al deslizamiento.
Una vez que cumple con los requisitos mínimos mencionados, el calzado de seguridad puede incorporar más requisitos adicionales como puede ser resistencia a la perforación, cualidades antiestáticas, propiedades aislantes, resistencia a hidrocarburos, etc.
Es importante conocer los símbolos que clasifican este calzado de seguridad.
Los zapatos de seguridad han de cumplir con una serie de características y requisitos para que sean realmente de seguridad y no sean zapatos de trabajo, ya que, aunque ambos están destinados a la actividad laboral, los dos no nos ofrecen las mismas garantías de seguridad.
El calzado de seguridad cuenta con elementos que protegen a los trabajadores de riesgos y de accidentes como pueden ser los topes de seguridad, punteras metálicas o sistemas antideslizamiento entre otros.
Por otro lado, los zapatos de trabajo o el calzado de protección no garantiza la protección total contra los impactos, si bien debemos decir que protegen el pie de riesgos laborales menos importantes.
Antes de decidirse por un calzado de seguridad hay que tener clara el trabajo que tenemos que desarrollar, puesto que no todos los zapatos de seguridad protegen todas las actividades profesionales.
Los más habituales son los que se conocen con S1P que están provistos de puntera y de plantilla antiperforación. El tejido con el que está fabricado este calzado es muy transpirable y se utilizan para trabajos como puede ser la logística, almacén, transporte, obra y construcción y sector servicios en general.
El calzado S1P es el calzado de seguridad más vendido hasta el día de hoy. Es una evolución del calzado S1 que, a su vez, evolucionó a partir del SB, el cual solamente contaba con puntera.
Este calzado S1P incorpora una puntera de seguridad, la zona del talón es cerrada, es antiestático, absorbe la energía en la zona del talón que se produce tanto por pisada como por impacto y también incluye plantilla de seguridad antiperforación.
El uso de este calzado de seguridad es muy extenso y abarca desde actividades desarrolladas en fábrica, hasta actividades de construcción.
El calzado de trabajo tiene un uso intensivo, por lo tanto, es muy importante que prestemos mucha atención antes de elegirlo.
Cuando trabajamos de pie y no usamos el calzado adecuado se suele tener dolores plantares causados, normalmente, por un mal apoyo o por deformaciones del calzado tras pasar muchas horas de pie.
Otros de los problemas que se presentan cuando estamos mucho tiempo de pie es opresión e hinchazón, dolores de rodillas, de tobillo, de caderas o en el pie.
Para evitar todos estos problemas es importante tener en cuenta el diseño del calzado, la talla y el ancho para evitar que se oprima el pie, el material con el que está fabricado que favorezca la transpiración, etc.
Son varias las entidades que certifican y que participan en IQNet, como AENOR España, AFNOR en Francia, AIB en Bélgica, ANCE, etc.
IQNet es una entidad certificadora de ámbito internacional y ofrecen certificados a empresas y organizaciones para que puedan acreditar, a nivel mundial, su certificación en una norma.
Las certificaciones cuentan con nomenclaturas y cada una de ellas tiene un significado. Suelen constar de letras, números o combinaciones de ellos.
Es importante conocer la iconografía del calzado de seguridad o tener una mínima idea del significado de los símbolos para poder tomar la decisión correcta.
El tipo de trabajo que desempeñemos y los riesgos a los que nos expongamos van a determinar el tipo de calzado de seguridad que necesitamos.